martes, 31 de enero de 2012

Mi canción.

Un año,  un beso,  una canción.

Enero de 2012

Jorge Drexler suena en los altavoces, en la pared cuelga un signo de la paz multicolor,  un poema de Pablo Neruda descansa sobre el escritorio y Ruíz Zafón espera sobre la mesilla. Yo sentada sobre su cama,  el único arte que conozco es dejarme besar.
Sentir sus labios cálidos y sus manos frías. Mi corazón suena con ecos lejanos en mi pecho,  desbordado y aun así sereno.
Toca mi canción,  dulce y silenciosa como un susurro sobre mi oreja. Una canción que habla de azúcar y besos,  me promete futuros lejanos y me recuerdan un primer momento, en el que estamos solos en una ciudad nueva y conocida al mismo tiempo. “Yo no puedo ser más feliz” recita mi canción,  y yo sonrío sin poder parar de pensar,  en cuánto le quiero,  en lo feliz que soy,  en los momentos en la azotea y en la playa,  en la playa y en la azotea. Sitios especiales,  pero innecesarios siempre que esté con él.
Daytona y Paca ya son amigas de toda la vida. Una antigua modelo que recuerda su viejo glamour en las manos de otro chico; una anciana amiga que recuerda un antiguo amor romántico y apasionado cuando tocaban con sus acordes “Ojos de piel de grana”,  hace ya tanto que,  ese amor se convirtió en rutina.
Cojo a Daytona y me dejo observar mirando sus ojos brillantes y enamorados de mí. Mi guitarra y vos – susurra. Pero qué decir. Cada uno da lo que recibe,  luego recibe lo que da.

Happy :)

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